Según está planteada la pregunta, su respuesta parece
trivial, pero en el día a día, ¿tenemos claro cómo abordarlo? Aquí parece que
surgen algunas dudas.
Actualmente, la mayoría de los estudiantes, por no decir
todos, usan smartphones, tabletas, ordenadores y tienen gran experiencia
navegando en Internet desde pequeños. La familiaridad de los alumnos con los
aparatos electrónicos puede ser una gran palanca en el campo de la educación.
De hecho, los smartphones están empezando a cambiar el proceso de educación
(Eisele-Dyrli, 2011). La portabilidad hace que móviles y tablets sean muy
útiles para la educación ya que tienen los libros de texto en modo electrónico,
pueden resolver cualquier duda en Internet y, un punto muy importante, están
conectados con el profesor y sus compañeros en todo momento del día.
Realmente, ¿este es el objetivo que se pretende alcanzar
desde el punto de vista de una educación integral? Personalmente pienso que
debemos aspirar a miras más altas y reflexionar sobre los siguientes aspectos:
- ¿Los chicos son dueños de las Tecnologías o son ellas las que les dominan?
- ¿Afectan a su socialización, formas de expresión y demás competencias transversales?
- ¿Educamos correctamente para hacer un uso responsable y con libertad?
- Estas herramientas, ¿son vitales o son un instrumento de trabajo?
Si no
tenemos claros estos puntos desde la perspectiva docente y familiar, nos va a
ser imposible manejar la situación. Es el momento de coger las riendas,
detenernos un instante y pensar donde queremos poner el foco educativo de
nuestros hijos y alumnos. Pongamos la Tecnología al servicio de las personas y
sigamos alerta ante los cambios tan frecuentes que nos tiene acostumbrados la
Era de la Información.
Raúl Miranda López
@raulmirandal
Padre y
profesor de Tecnología.